Sed

“Estás en la Cruz, Señor,
con el cuerpo ensangrentado
por los clavos traspasado,
muriéndote por amor.
Y tu Sed, tremenda y cruel,
en lugar del agua pura,
recibe con amargura
el vinagre y la hiel.
Al contemplarte clavado,
sediento y agonizante,
quisiera poder subir
a la Cruz a desclavarte
y hacer mi llanto fluir
para tu Sed aliviarte.”