En la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio Su Santidad Juan Pablo II indica que «es más necesaria que nunca la preparación de los jóvenes al matrimonio y a la vida familiar» y urge a «promover programas mejores y más intensos de preparación al matrimonio, para eliminar lo más posible las dificultades en que se debaten tantos matrimonios y, más aún, para favorecer positivamente el nacimiento y maduración de matrimonios logrados».
Los Cursillos Prematrimoniales se ofrecen a todas aquellas parejas de novios que desean contraer matrimonio cristiano. Distribuidos en varias sesiones, profundizan en la doctrina cristiana sobre el matrimonio y la familia.